A raíz de la actual pandemia se han visibilizado en el Sistema Sanitario una serie de situaciones en las que se hace necesario facilitar su reorientación:
➢ Hay que pasar de un sistema sanitario basado en la medicalización que consume tantos recursos y produce bastante efectos adversos e ingratitudes, hacia un cambio del paradigma sanitario incidiendo más en la promoción, prevención de la salud y mejora del autocontrol, promoviendo el empoderamiento por parte de los ciudadanos y potenciando la Salud Pública.
➢ La asistencia sanitaria de calidad tiene como base la PRESENCIALIDAD, aunque podamos apoyarnos en herramientas telemáticas, como son los contactos telefónicos, NUNCA entenderemos que durante la Pandemia se haya mantenido durante tanto tiempo el sistema inverso en la que la primera asistencia sea telemática y/o telefónica apoyada por consultas presenciales.
➢ No se puede volver a repetir el enorme déficit en el seguimiento de pacientes frágiles que se ha producido durante la pandemia: pluripatológicos, dependientes, en situaciones de riesgo social o de dificultad de afrontamiento familiar, etc., en pacientes crónicos y en el desarrollo de la mayoría de programas de salud (Salud infantil y del Adolescente, Control de Embarazo, Parto y Puerperio…).
➢ Hay que impulsar mejoras para normalizar y regularizar la figura de las Enfermeras Gestoras de Casos en Andalucía. Después de 19 años de existencia (aún no se han normalizado) es necesario realizarlo ya con normas garantistas.
