Skip to main content

Hoy, día 12 de Mayo, se celebra a nivel mundial y a instancias de la OMS, el día internacional de la enfermería bajo el lema  “la enfermería, una fuerza para el cambio”, coincidiendo con el aniversario del  nacimiento de Florence Nightingale.

Esta figura, precursora y alma madre del desarrollo de la enfermería moderna, tal como la conocemos hoy en día, supuso una autentica revolución en la atención sanitaria de su tiempo, haciendo ver la importancia de la gestión y adecuada planificación de los cuidados en el individuo para conseguir, bien que se mantenga sano, bien que recupere su salud una vez que ha enfermado.

Con motivo de esta celebración, el C.I.E. ha emitido un documento para su difusión entre los profesionales y la sociedad en general, que puede servir de base  reflexionar sobre los retos y necesidades que  propugna ya la nueva sociedad del s. XXI sobre la salud y la prestación de cuidados en el futuro mas próximo.

Entre los cambios de paradigmas y los nuevos enfoques propuestos, hay varios que llaman la atención especialmente:

Los cuidados se dispensan según las necesidades y los valores del paciente.

El paciente es la fuente del control de los cuidados.

El conocimiento se comparte y la información fluye libremente en esta nueva sociedad.

La adopción de desiciones en la prestación de cuidados debe basarse necesariamente en pruebas.

Seguridad, transparencia, prevención  anticipada de las necesidades, reducción constante de desperdicios y gastos inefectivos o superfluos y cooperación constante entre los profesionales clínicos deben ser los pilares prioritarios de la atención sanitaria en los nuevos tiempos.

Nos congratulamos de ver que en estas reflexiones están recogidas las premisas por las que ASANEC lleva luchando desde su fundación: Desarrollo de un ejercicio profesional basado en el conocimiento, la formación continua, la especialización, el ejercicio clínico diario basado en la evidencia, la implicación en la investigación, la docencia y la formación de nuevas generaciones de todos los profesionales de la enfermería; la colaboración con cualquier profesional sanitario, de cualquier estamento, para mejorar la asistencia y la eficacia y la eficiencia del sistema; la adecuación de los recursos y la planificación, desarrollados desde los intereses de los usuarios, como pieza central del sistema…

 

Por todo ello, gracias a todos por vuestro esfuerzo diario y por sentiros felices de ser enfermer@s y por seguir siendo, como aquella primera “dama de la lámpara”, quien intenta llevar, cada día, luz a la oscuridad, consuelo al que teme, oído a quien nadie escucha…

Leave a Reply